28.11.09

Telecinco o el post más inútil que se puede escribir

Supongo que esta es la clase de entradas con la que no se consigue nada en absoluto, pero copiar y pegar es gratis y precisamente por copiar esta entrada no tendré problemas de copyright, así que fusilo del blog BookCrossingensevilla:

Durante dos años, la campaña Doce meses, doce causas de Telecinco enarbolaba la bandera de la cultura durante el mes de abril, por aquello del Día del Libro, y hacía liberaciones de libros registrados en BookCrossing. El primer año fue algo grande y bien organizado y el segundo ya fue una cutrada, con un fotógrafo más preocupado por sacar fotos de los libros por toda la Plaza de España que de soltarlos y una azafata que afirmó que no estaba segura de que los libros se pudieran quedar en la plaza. No obstante, cada vez que se acerca el 23 de abril o no tienen con qué rellenar un programa, los medios se acuerdan de nosotros y nos entrevistan, hacen algún reportaje o nos dan libros para liberar, que toda publicidad es buena.

¿A qué viene esto? Muy sencillo: cuando salimos en televisión o en prensa (en la radio lo tenemos más complicado para hacernos con el material), recopilamos los artículos y los reportajes y los subimos para que los usuarios puedan verlos, de modo que habíamos creado un usuario en Youtube. Cuál no habrá sido nuestra sorpresa cuando nos hemos encontrado con la siguiente notificación:

Estimado/a BookcrossingES:

Hemos retirado el siguiente material tras haber recibido una notificación de un tercero (Telecinco) en la que afirma que este material infringe lo siguiente:

Bookcrossing Madrid 2006 Telecinco
http://www.youtube.com/watch?v=2r6C19GCYi8

Aviso: las infracciones reiteradas de los derechos de copyright darán lugar a la eliminación de tu cuenta y de todos los vídeos subidos a ella. Para evitarlo, retira todos los vídeos para los que no dispongas de los derechos necesarios y no subas más vídeos que infrinjan los derechos de copyright de otras personas. Para obtener más información sobre la política de copyright de YouTube, lee la guía Consejos sobre copyright.

Si una de tus publicaciones se ha identificado erróneamente como infractora, puedes enviar una contranotificación. Para obtener más información sobre este proceso, visita la página del Centro de asistencia.
Ten en cuenta que presentar una notificación falsa o realizada de mala fe puede tener graves consecuencias legales.

Atentamente,

el equipo de YouTube

Sí, la cámara era de ellos, la cinta en la que grabaron era de ellos, pero el usuario que aparece puso su rostro y cooperó sin ánimo de lucro, de forma desinteresada y ¿no tiene derecho alguno sobre su propia imagen? Sea como sea, los medios tiran de nosotros cuando les interesa y en ningún momento se ha modificado el reportaje o se ha hecho mofa o escarnio de la cadena, ¿qué problema tienen?

Los beceros han reaccionado. Probablemente a Telecinco le importe muy poco que no volvamos a colaborar con ellos porque siempre habrá gente deseando vender su intimidad o aparecer en la televisión. Somos pocos y con poca fuerza como para hacer el ruido suficiente. Pero como lo único que nos queda es el derecho al pataleo, hagamos todo el ruido que podamos.

3.10.09

Sobre el mundillo de los scans

Es obvio que este post está copiado de otro sitio, pero da la malidta casualidad de que aquí se manifiesta exactamente lo que yo pienso del mundillo de los fansub y por tanto allá va la historia sobre el intento de MangaHelpers para legalizar los scanlation:

Cómo me enteré de la movida
Lo cierto es que no estoy muy metida en el mundo de los fansub ni los grupos de scanlation: visito Tokyotosho todos los días, pero mi carpeta de Marcadores de Firefox está llena de páginas web de grupos que ya no están operativos. Lo cierto es que yo leo muy pocos scans y casi todos en inglés, así que estoy muy desconectada del panorama friki en la red y conocía MangaHelpers de casualidad, por haber dado con esa página buscando alguna raw. Puede que incluso me registrase para descargar o cotillear a gusto, pero en ese caso no recuerdo con qué nick lo hice...

En conclusión: sabía que existía MangaHelpers y que era útil, pero desconocía totalmente qué se cuece por allí hasta que encontré este artículo en la web de Null y Manga-Heaven, en el que se manifiesta indignación por la posibilidad de que alguien cobre por traducir y editar manga sin ser un trabajador del sector. Así fue cómo me enteré de la existencia de una propuesta a Viz Media para que MangaHelpers distribuyera manga de forma "legal", plan que se destapó de forma un tanto chapucera y desató las iras de los usuarios además de desencadenar un acalorado debate.

¿Qué planean hacer?
Si tenemos en cuenta que empecé a investigar a fondo el asunto anoche a la una de la mañana, no prentederéis que me haya leído las treinta y cinco páginas del famoso Business Plan... Sólo he leído un mail que lo explicaba por encima y los post en MangaHelpers con sus correspondientes comentarios y la disertación que hacen los de Manga Heaven y Null a raíz de todo esto. Y puesto que Ajo pensó que ese discurso contenía muchos aciertos, por eso os los trasladamos y, de paso, opinamos un poco nosotros también.

Lo que propone MangaHelpers es establecer un acuerdo con Viz Media, que acaba de lanzar una revista de manga on-line, para ofrecerles un enorme mercado potencial, la posibilidad de estudiar la aceptación de un manga antes de publicarlo y, por supuesto, rentabilizar la existencia de estas versiones on-line. A cambio, pretenden conseguir las raw directamente de la distribuidora, colaboración de traductores profesionales y que las scanlation tengan visos de legalidad. Y aquí es donde se monta el pollo, como es lógico.

Opiniones varias
Del post que propició que me enterase de todo esto queríamos destacar un par de párrafos que, traducidos de la manera un tanto libre que me caracteriza, dicen así:
A alguna gente le preocupa que su trabajo se utilice sin su consentimiento. ¿A quién coño le importa? En serio. Esos editores, son ellos quienes poseen la propiedad intelectual sobre la obra. Les pertenece. Al César lo que es del César, dijo Jesús, cosa que es muy inteligente. Ya hay muchos sitios que te roban el trabajo para obtener beneficios, así que permitamos a los verdaderos dueños que también lo hagan.
Lo que estoy diciendo es que el plan de Njt es aún más malvado y destructivo que cualquiera cosa que Tazmo (NarutoFan) haya hecho jamás, porque al menos Tazmo no está tratando de destruir ni dividir la comunidad, simplemente se está aprovechando de ella. Lo que quieren los administradores de MangaHelpers, en el fondo, es salvar su culo de los ataques legales por parte de la industria del manga y sacar beneficios (porque sacarán beneficios) con la excusa de ayudar a todos los demás... Esto es, a todos aquellos que sean usuarios suyos. Al resto del mundo lo pueden follar con un destornillador.
Más adelante añade que la mejor forma de colaborar con la industria es comprar el manga. Y ahora es cuando me toca a mí aportar mi visión de este mundillo:

Para empezar, yo estoy aquí para divertirme. Cuando me gusta un shot o una serie, me da igual que la hayan hecho diez millones de grupos y algunos incluso mejor. Al fin y al cabo, a la mayoría de los leechers lo único que le importa es poder leer lo que esperan cuanto antes y está visto y comprobado que con nuestra línea de trabajo no nos merece la pena medirnos el e-pene, porque no nos crece ni a la de tres. Así que cuando leí en el foro de Kimochiii declaraciones del palo que la scanlation es un bien para la comunidad, un servicio en pro de la difusión del manga y la cultura japonesa y que lo suyo es que nadie repita series para que se puedan traducir la mayor cantidad de obras posibles, me descojoné. Si tuviera voluntad de sacrificio y de servicio a la comunidad, me haría de la Cruz Roja o alguna ONG, no me sentaría delante del ordenador a distraerme con historias que me gustan o, como en el caso de Minami-ke, me dan un montón de asco pero me las ha pedido un amigo. Una afición no es una obligación y esa obsesión que parecen tener todos por "una serie, un fansub" me parece que obedece más a un deseo de exclusividad que a la buena voluntad. Esa percepción de "nos roban los trabajos" no consigo entenderla: robaría si utilizara tus traducciones, pero yo también puedo inventarme las cosas y me siento muy orgullosa de mi ortografía como para plagiar determinadas versiones. Y de mi español de Sevilla también me siento muy orgullosa, así que no empleo el español neutro ni creo que mi diversión ni mi forma de expresar lo que leo en inglés tenga que estar supeditada a los posibles lectores de fuera siempre y cuando se adecúe al desarrollo de la historia y al tono de ésta.

También en Kimochiii se hablaba de pedir permiso a los grupos guiris antes de traducir su trabajo, porque algunos lo prohíben expresamente. Esto hace referencia directamente al primer párrafo de antes: reconozco que uno tiene la propiedad intelectual sobre una traducción, pero desde el momento en que la traducción del japonés al inglés es ilegal porque no tiene los derechos sobre la obra, ¿qué base tienen para patalear? Toda la actividad es ilegal desde el principio. Citando de nuevo, "Esos editores, son ellos quienes poseen la propiedad intelectual sobre la obra. Les pertenece." y, de manera similar, una vez que cuelgas lo que sea en Internet, pierdes el control sobre el archivo. De hecho, nosotros suplicamos que no se resuban nuestras cosas y se usen nuestros enlaces para no tener que ir actualizando link cada dos meses, que es un puto coñazo, pero por cada persona que ha respondido bien a nuestra solicitud ha habido quinientas que se la han pasado por el forro. ¿Qué vamos a hacer? ¿Buscarlos para partirles las piernas? Pues no, nos resignamos y pasamos del tema.

Ésa es mi visión del mundillo en general. Ahora toca entrar en el tema que nos ocupa, la posibilidad de colaborar con las editoriales en particular:

Creo que no tiene sentido traducir algo que ya está traducido por un profesional. Me disgusta muchísimo encontrar faltas de ortografía y barbaridades de todos los colores en las ediciones de Norma, no me gusta nada que Ivrea aproveche la edición argentina para publicar en España porque algunas cosas me suenan raras y otro buen montón de pegas, pero yo también opino que la única manera de que los autores, que son quienes se lo merecen, ganen algo es comprar su obra. Bien puede atestiguar la chica de Nostromo que vengo a gastarme unos ciento veinte euros al mes en manga, lo cual viene a ser la sexta parte de mi sueldo (que es muy bajo, si echáis las cuentas xD). A pesar de las faltas de ortografía, me gusta pensar que un traductor profesional comprenderá mejor que yo los matices, los giros coloquiales y todas esas sutilezas del idioma, con lo cual la historia tiene que ganar mucho. Yo pago con gusto ese dinero porque creo que es una inversión provechosa. Ahora bien, si Viz Media mete mano en las scanlation y ofrece ayuda de traductores profesionales, ¿qué placer obtiene el traductor aficionado, si lo divertido es trabajar en lo que te gusta? ¿No es obvia la elección si te ofrezco un trabajo realizado por un experto y el de un aficionado?

Sí, la única manera de mantener la industria del manga es comprar manga. Eso lo suscribo totalmente. Y por tanto si algún grupo se atribuye la función de ir saciando las ansias de los fans en tanto se publica un tankoubon en el país correspondiente, puedo entenderlo. Lo que no puedo entender es que la gente suba manga licenciado y además mantenga los capítulos que ya están publicados en España. No obstante, yo hago lo que me sale de las narices, así que no me quejo si los demás hacen lo propio. De todos modos, traducir cosas no licenciadas fuera de Japón es tan ilegal como lo que está licenciado en España, porque estamos modificando sin permiso el contenido de una obra cuya propiedad intelectual no es nuestra.

Me he desviado, y mucho, del tema. Viz Media no tiene los derechos de todas las series, porque existen otras distribuidoras. Del mismo modo que algunos quieren mantener en su país las series al mismo ritmo que en Japón, algunos sólo quieren poner a disposición de los demás obras que aún no han visto la luz en su idioma y, por algún motivo, tienen pocas posibilidades de verla, como es el caso de doujin, one-shot, series sin versión animada que las haga conocidas en nuestro país y similares. Y dudo mucho que Viz Media autorice que se trabaje en estas series: no puede hacerlo si no tiene los derechos bien porque corresponden a otra empresa, bien porque no tiene intención de comprarlos. Por tanto, "legalizar" las scanlations llegando a acuerdos con las empresas reduce el campo de acción de los grupos, crea divisiones entre grupos "autorizados" y "no autorizados" y además viola todas las indicaciones del sentido común: cualquiera puede ver que los leechers no buscan calidad, sino rapidez; que en el momento en que se bajan manga licenciado se deduce que no quieren pagar por leer ciertas obras; que el éxito de ciertas páginas como Submanga o MangaHelpers radica en que aglutinan todas las actualizaciones y por tanto los usuarios se ahorran el trabajo de ir mirando las diversas webs de los grupos y el esperar para descargar, luego si diversas páginas llegasen a acuerdos similares con otras distribuidoras quizá ya les supondría demasiado trabajo mirar tantas webs distintas y emigrasen hacia lugares similares con mayor oferta y, sobre todo, gratuitos... A mi juicio, a la vista del panorama actual, el Business Plan de MangaHelpers no aporta ningún beneficio, ni a Viz Media, ni a los propios administradores de la página que ya han visto cómo muchos grupos han anunciado que retiran todo su material y que no vuelven a aparecer por allí, ni a los usuarios.

El tema da mucho más de sí, por supuesto, pero ya estoy cansada de escribir y, además, nosotros no pertenecemos a MangaHelpers, así que pueden hacer lo que les salga de las narices, que nosotros haremos lo propio :P

10.9.09

Un par de frases de La isla inaudita

Por cuestiones que no vienen al caso (pero que se pueden resumir en trabajo y otras distracciones), en estos momentos no tengo tiempo ni ganas de disertar sobre lo mucho que me apasiona la obra de Eduardo Mendoza. Curiosamente, sus obras más famosas no me gustaron nada: La Ciudad de los Prodigios me pareció un coñazo considerable y nunca conseguí encontrarle la gracia a Sin noticias de Gurb, pero el resto de sus novelas son otro cantar. ¡Me gustan todas! Sin embargo, hay algunas que no he tenido ocasión de leer aún.

Ése era el caso de La isla inaudita, que compré hace poco en la librería Beta de la Calle Sierpes y que me ha durado un suspiro. A pesar de que en la página 209 de mi edición de Seix Barral me haya encontrado "jirones" escrito con g y mis tendencias ortonazis me lleven al extremo de abominar de toda edición cuyos correctores no hayan hecho su trabajo, no puedo dejar de apreciar frases como éstas:

"-Además, permítame discrepar, como hombre de ciencia, de eso que usted llama amor.
-Dicen que hay quien se muere de eso -apuntó Fábregas.
-Más bien hay quien se aferra a esa quimera cuando se siente morir de otras causas más crudas." (Página 199)

Y "No pierda tiempo: viva su vida y reflexione y si después de eso aún le queda tiempo libre, lea." (Página 289).

8.7.09

Mientras apagan las ventanas de Sevilla

Que no tengo ni tiempo, ni ganas de escribir es algo que no es preciso que anuncie: salta a la vista, dada la falta de actualizaciones... Y cuando quiero narrar algo, me faltan las palabras para expresar lo que realmente quiero transmitir, así que teclear es trabajo perdido. Por tanto, hoy os traigo las palabras de otros, pero son palabras que en cierto modo resumen este quiero escribir y no puedo o no quiero o ambas cosas que me atenaza estos días:

"-Necesitaba hacerlo -se excusó Carlos-. Hay recuerdos que hay que echar afuera, como las espinas; de lo contrario se infectan.
-Yo no soy de esa opinión -dijo don Gustavo-. Los recuerdos han de ser siempre piezas de arqueología. Mientras más escondidos, más se saborean."

Y es que airear los asuntos personales por internet no es lo más apropiado, pero agobiar a los íntimos con problemas que van a infectarse de todas maneras tampoco es una opción... Ya dijo Bécquer aquello de "Dejadme con mi dolor a solas", con lo cual ambas tesis, aunque contradictorias, a mí me parecen igualmente válidas: no está mal revolcarse en determinadas cosas, así como también es un bálsamo para las heridas exponerlas.

La cita en cuestión está sacada de Mientras apagan las ventanas de Sevilla, una novela de José y Jesús de las Cuevas que fue Premio Ciudad de Sevilla en 1967 y que llegó a mis manos por casualidad: alguien nos lo dio para liberar y el título me resultó curioso. Ahora me alegro de haberlo secuestrado porque, aunque no es una gran novela y se podría decir que los hechos que contiene están ya muy vistos y es una historia de amor, odio y celos al uso con un final predecible, se presenta como una novela arco-iris, con siete fragmentos asociado a cada uno de los colores y por tanto impregnado de las sensaciones que han de transmitir dichos colores. Puesto que yo no tengo sensibilidad para estas cosas, esa asociación de ideas sentimiento-color se me ha escapado en la mitad de los capítulos, pero en cambio he apreciado enormemente lo descriptivo de la prosa, la cantidad de palabras que hacen referencia al campo y a las salinas que desconocía, la mención de pueblos y monumentos que conozco (esto siempre me acerca mucho a lo que leo, en cierto modo me hace cómplice: manías mías), las alusiones a la forma de vida de épocas pretéritas. No desarrolla una gran historia, pero sí va recreando paisajes y lo hace de una forma bastante bonita.

Y ahora me vuelvo a la cama, a comerme la moral un rato porque, como se dice en este libro, "Rumiaba esta idea con el confortable placer que produce un dolor muy vivo".

21.6.09

Una lectura mortal de una vida de película

Hace varios años tuve ocasión de leer A vuestros cuerpos dispersos, del recientemente fallecido Philip José Farmer y, aunque son muy numerosos y carismáticos los personajes históricos que intervienen en esa novela, sentí curiosidad por Richard F. Burton, porque se describía como alguien aventurero, inteligente, arriesgado, un personaje atractivo a más no poder ¡y sin embargo a mí no me sonaba de nada! ¿Quién era ese hombre?

Si leí la obra de Farmer a través de BookCrossing, también por ese medio me llegó la solución a mi pregunta: tras el Encuentro Nacional en Sevilla, un hombre nos donó una ingente cantidad de libros para que los liberásemos por la ciudad y entre ellos se encontraba El capitán Richard F. Burton, de Edward Rice, que me apresuré a apartar. Sin embargo, yo suelo leer en el autobús, yendo o viniendo del trabajo, así que abordar una biografía en lugar de una novela se me antojaba una pesadez y lo fui difiriendo hasta hace un par de meses.

Sí, habéis leído bien, un par de meses, porque ésta ha sido una lectura muy penosa. Comencé el libro, lo dejé, lo volví a comenzar, lo he intercalado en la lectura de novelas varias, lo he abandonado y retomado en numerosísimas ocasiones e incluso cuando al fin decidí que tenía que terminarlo he tardado dos semanas completas en leer las quinientas cincuenta y dos páginas que lo componen (en realidad son más, pero me he saltado la bibliografía y el índice por materias), porque no era capaz de leer más de veinte páginas seguidas. ¿El motivo? Sir Richard Francis Burton tuvo una vida muy plena: plena de enfermedades, de riesgos, de secretos, de mujeres, de inquietudes, con lo cual para evitar que su biografía requiera veinticinco tomos ésta se convierte en una sucesión de escenarios y nombres, con los incisos necesarios para describir la situación política en la que Burton desempeñaba su papel de diplomático, de infiltrado, de espía, de soldado o el menester que hubiera de desempeñar en aquel momento. No obstante, un libro que durante la lectura me ha parecido un soberano coñazo lo he cerrado con muchísima satisfacción, tanta que me da mucha pena que el libro, que está registrado en BookCrossing, se pierda en la selva. ¿Por qué?

Uno de los momentos de mayor alborozo en la vida del hombre, creo yo, es el momento de emprender un largo viaje hacia tierras ignotas. Desperezándose, despojándose con un poderoso esfuerzo de todas las trabas que nos impone el Hábito, el plúmbeo peso de la Rutina, el manto de tantas Cuitas y la esclavitud del Hogar, uno vuelve a sentirse de nuevo mucho más feliz. Fluye la sangre por las venas con el ritmo vivaz de la infancia... Un viaje, de hecho, atrae a la Imaginación, a la Memoria y a la Esperanza, las Tres Gracias de nuestra esencia moral.

Tras leer esta biografía, me queda la sensación de que he asistido a la narración de una vida muy plena, pero llena de contradicciones: su historia de amor con Isabel Arundell fue casi de novela, con la oposición de la familia, ella que lo aguarda pese a todo, él que huye de Inglaterra atormentado, pero en cambio se afirma que su forma favorita de aprender idiomas (dominaba veintinueve lenguas y fue autor de numerosos glosarios y gramáticas) era frecuentar a las putas; abominaba de la esclavitud, pero detestaba a los negros; se cree que era musulmán sufí convencido, pero indagó en otras religiones y recibió la extremaunción... Y esto, si sólo nos atenemos a los hechos, porque a lo largo de la obra se percibe un Burton inquieto, curioso, hedonista, crítico, un hombre sensual (y por esto me refiero a los sentidos, no sólo al aspecto sexual) y fiero, que sin embargo tomaba nota de todo lo que veía y observaba, traducía poesía, andaba a la búsqueda de la Gnosis, era sensible a las críticas y propenso a la melancolía. El Burton deprimido parece incompatible con el hombre que escribía informes sobre los lupanares; el Burton que no paraba quieto en ninguna parte no parece el mismo que tenía once mesas de trabajo y redactaba una obra diferente en cada una de ellas. Un hombre polifacético donde los haya.

Danzamos al helado filo de la Muerte, pero ¿por eso ha de estar la danza menos repleta de gozos?

Tiene Burton además esa aureola de héroe maldito que lo hace aún más atractivo. Puesto que fue agente del Imperio Británico, en su biografía no se detallan demasiado las misiones que llevó a cabo en ese servicio, por tratarse de asuntos de alta política que debían permanecer en secreto, pero sí se narra con detalle su incursión en La Meca y en otras ciudades vedadas al acceso de los hombres blancos, su exploración a la búsqueda de las fuentes del Nilo y otras muchas peripecias que lo hacían muy querido entre el público inglés. Sin embargo, contaba con muchos enemigos y a pesar de sus muchos méritos jamás pasó de ser un simple capitán, arruinado a pesar de los consulados que le concedieron. Es un personaje tan carismático que no pude evitar ponerme de su parte en cada controversia que se describe en la obra, así como apenarme profundamente tras leer cómo procedió su viuda con su toda su obra inédita.

Cómo se concilia un hombre de tanta erudición con un hombre de acción es algo que, si bien ha sido algo arduo de leer es algo que aún me sigue sorprendiendo, intrigando y despertando tanta admiración como conmiseración.

A fuer de contradictorio, Burton se supone un hombre de gran vigor y fortaleza física, pero el relato de sus aventuras es un rosario de postraciones, fiebres, caídas del caballo y dolencias varias, de tal suerte que la mayor parte de las expediciones parecen realizadas en angarillas. Curiosamente, sus compañeros no sufrían mejor suerte, de tal modo que a veces da la impresión de que son los porteadores los que tienen todo el mérito cuando una misión se lleva a cabo con éxito. La mala suerte parecía perseguirlo.

Otro aspecto que me ha llamado mucho la atención es la descripción que se hace de los musulmanes en esta biografía. Puesto que parece ser que Richard Burton fue un musulmán convencido, que participó en los ritos de los derviches hasta el punto de quedar marcado con infinitas cicatrices de espadas, ser el primer blanco en entrar en La Meca y ganarse el derecho de usar el turbante verde, tener un título que lo acreditaba como sufí y ser un prodigioso lector del Corán y narrador de historias del folclore árabe, esta obra está llena de referencias a mitos, prácticas y creencias. Aunque ya por aquel entonces el Islam estaba dividido en varias interpretaciones (¿hay alguna religión que no lo esté?), no se describe el integrismo aunque sí la fricción entre facciones y, aunque sí se mencione que la mujer ha de cubrirse el rostro y que debía respetarse un estricto sistema de castas, no se ofrece la imagen de culto machista y restrictivo que yo tengo de esa religión. De hecho, se supone que Burton era en muchos casos progresista, que sostenía el derecho de la mujer a no ser usada sexualmente, sino a ser partícipe y disfrutar del coito tanto como el hombre; que introdujo la literatura oriental erótica en Europa gracias a sus traducciones y ediciones; que estaba en contra de la esclavitud (como ya mencioné antes); alguien cuyo contacto con las culturas orientales sólo le hizo despreciar la estrechez de miras europeas, algo que hoy en día yo no soy capaz de concebir en relación al Islam. Así que, como ya he dicho, ésta es una obra llena de contradicciones...

¿El resultado de esta lectura? Unas ganas locas de leer su versión de Las mil y una noches.

22.3.09

Redescubriendo los clásicos infantiles

Hace muchísimo que no escribo por múltiples razones, que abarcan desde el trabajo a un viaje a Barcelona y Gerona, pasando por la compra de un coche nuevo, actividades de BookCrossing y sobre todo lecturas, muchas lecturas y muy provechosas. Estoy en una de esas rachas escasas y dichosas en las que todo lo que leo me gusta y me compensa por todas esas veces en las que terminar un libro ha sido un castigo autoimpuesto por esta maldita manía mía de no dejar nada inacabado. Aunque son muchos los títulos que quería comentar aquí y por mera falta de tiempo y exceso de desidia no he comentado, por azares del destino cayó en mis manos El porquerizo y otros cuentos, de Hans Christian Andersen y creo que éste sí merece unas palabras, porque me ha abierto los ojos en lo que respecta a los cuentos infantiles.

En cuanto a cómo llegó a mis manos este libro, fue por pura casualidad. No sé si he comentado en este blog (seguro que sí lo he hecho en otros) que los sábados por la mañana, en el Mercadillo Cultural del Pumarejo, montamos un puesto con el material de Hacklab Hackarena y libros de BookCrossing: aunque son dos entidades e inciativas separadas, ambas promueven un intercambio libre de la cultura y por tanto nos invitaron a tomar parte de sus actividades, de ahí que nos introdujeran en El Pumarejo. Allí hay una casa-palacio cuyo espacio se gestiona por los vecinos y se dedica a actividades culturales, de modo que han abierto una biblioteca exclusivamente con las donaciones de libros de los particulares y nos dejan que nos llevemos para liberar los ejemplares repetidos o los que no tienen cabida en su catálogo. Entre esos libros se encontraba éste y, como tenía sólo noventa y cuatro páginas y el cuento de El porquerizo no me sonaba de nada, decidí echarle un vistazo. Cuál no sería mi sorpesa al encontrarme algo así...

No negaré que tras leer Ludwig Kakumei de Kaori Yuki (que está completa y en inglés aquí) me dio por leer los cuentos de los hermanos Grimm y ya aquello me hizo reflexionar un poco, pero la lectura de estos cuentos de Andersen me ha hecho caer en la cuenta de cómo nos estafaron en nuestra niñez: allá donde yo leía cuentos edulcorados, con finales felices, animalitos que hablaban y princesas que cantaban, ahora encuentro un lenguaje conciso y una noción del castigo que más que moraleja parece pensada para infundir terror. En estos cuentos no se escatiman muertes, soledad, pérdidas o incluso venganza, todo en un lenguaje muy conciso y sin adornos que rara vez describe un final feliz o un punto de esperanza.

Si ahora me paro a pensar en el precio que pagó La sirenita por su amor imposible, lo crudo que resulta morir congelada o la dura condena que supone bailar eternamente, me maravillo de cómo me dejé cegar por la película de Disney (que tiene final feliz), por la idea de que la muerte de la pequeña vendedora fue dulce o porque nunca supe realmente si la dueña de los zapatos rojos murió de agotamiento, pero hoy he descubierto la mala leche absoluta. ¡Y pensar que con cosas así me educaron! ¡Luego querrán impedir que los niños vean la tele para mantenerlos ignorantes de la atrocidad! Pues si queréis una colección de atrocidades, ahí tenéis las que he leído hoy:

-El porquerizo: en la mayoría de los cuentos, la princesa altiva termina por ablandarse ante el amor verdadero y abnegado de su pretendiente. Sin embargo, en este caso, el príncipe despechado se permite la satisfacción de repudiarla a ella. Ni ella descubre el amor verdadero en las cosas sencillas, ni él está ahí, aguardándola, como debe hacer todo príncipe azul. Nada que ver con la idea que yo tenía de los cuentos de hadas.
-Los zapatos rojos: una cosa que me ha llamado la atención de estos cuentos es la importancia que se da a la asistencia a misa. La noción de Dios y de pecado está muy presente, aunque es aquí donde se lleva más al extremo... Aunque la protagonista, condenada por su presunción a bailar no muera de agotamiento sino que le son cortadas las piernas (una verdadera burrada, descrita en apenas dos frases con un desapego increíble, como quien ve amputar pies todos los días), ni aún así se le permite ser feliz porque, en el momento en logra redimirse, muere. Para aquellos que sean creyentes, les queda el consuelo de que muere de nuevo en la gracia de Dios, pero a mí eso de que te estalle el corazón de fervor religioso no me parece para nada una dádiva.
-El ruiseñor: quizá este cuento no tenga tanta mala baba como los demás. Además, dudo que en la época en que fue escrito se pudiera escribir alguna clase de metáfora sobre lo natural y lo artificial, aunque precisamente se desdeñe al ruiseñor real y se prefiera al mecánico porque el segundo es más hermoso, responde siempre de la misma manera, no falla nunca. A pesar de cómo se describe la agonía del Emperador, torturado por su conciencia, no es de los cuentos con más mala leche.
-La casa vieja: vale, aquí no se descuartiza a nadie, pero se habla de la soledad absoluta de los viejos, de lo triste que puede ser vivir rodeado de añoranza... Aunque haya un niño que se interesa por la vieja casa y su ocupante, eso no impide que la casa sea derruida y su inquilino muera solo, sin amigos. Es una historia bastante descorazonadora, llena de melancolía.
-El patito feo: creo que es el único que acaba bien... Y me ha gustado cierta parte del cuento que no conocía: el patito se refugia en una casa donde vive una vieja con un gato y una gallina y me hizo mucha gracia cómo la gallina habla el patito con soberbia, teniéndose por lo mejorcito de la sociedad, sólo superada por la vieja que los cuida. La estrechez de miras de la gallina y el gato me pareció una acertada crítica social, si es que el cuento de El patito feo tiene más moraleja que la típica que se le ha querido conferir desde siempre. Redundando en el tema del pecado, también es notable que al final se haga resaltar que su belleza no enturbió el corazón bondadoso del cisne, que ni buscó revancha ni se envaneció de su nuevo aspecto.
-Historia de una madre: es un cuento horrible. Una madre debe rescatar a su hijo de la muerte y en el camino debe llorar hasta que sus ojos se deshacen en llanto literalmente, apretar espinos contra su pecho... Si es una alegoría sobre los sacrificios de las madres, me ha quitado las pocas ganas de serlo que pudiera haber tenido, sin considerar el grado de miseria que describe y el giro inesperado del final. Cruel, muy cruel y muy deprimente.
-El abeto: desesperanzador, no digo más.
-La pastora y el deshollinador: poco puedo comentar de éste. Tiene algo parecido a un final feliz, también, aunque su desarrollo es más bien extraño.
-Enamorados: ¿qué se puede decir de un cuento cuya última frase es "Ocurre que cuando la novia ha estado cinco años en un canalón ensuciándose, ya no se la reconoce cuando se la vuelve a encontrar en el basurero"?
-La niña de los fósforos: es demasiado conocido, así que sobran los comentarios.
-Una historia de las dunas: el más largo de todos los contenidos en este librito mínimo, es un rosario de desgracias. Sin embargo, más que hacer notar que este cuento reúne lo peor de las pasiones humanas (celos entre amigos, desear a la mujer de otro, un encarcelamiento injusto, un asesinato, ¡es peor que cualquier culebrón!), me ha llamado mucho la atención la descripción que se hace de España. El autor visitó este país, pero en ese cuento hace acopio de un buen montón de tópicos...

No me ha quedado un análisis ni muy detallado ni muy acertado, pero ahí están enlazados todos los textos. Probad, por curiosidad, a leerlos, y decidme luego qué podía fascinarnos de estas historias cuando éramos pequeños :S

25.1.09

Imprescindible para la magia

En el foro de Animeunderground alguien (no recuerdo quién) recomendó un webcómic sobre un grupo de jugadores de Dungeons and Dragons, llamado The Order of the Stick. El grupito de aventureros es completo: el elfo mago con cuya homosexualidad se bromea (es lo que tiene ser elfo), la ladrona, un mediano que es un asesino y mala persona en general aunque tendría que colar como explorador, un líder negro y un bardo tonto perdido. Todo empezó como chistes sobre subir de nivel y ha terminado por tener algo parecido a una trama... En el capítulo de hoy he encontrado lo siguiente: "But I find that virgin´s blood is kind of like table salt: you can´t go wrong with a little sprinkle here or there" Este tipo de coñas siempre me recuerdan a MundoDisco (hace muy poco he visto Hogfather y todavía se me está cayendo la baba, sin contar que Thud! consiguió que volviera a enamorarme de Vimes, y con esta van sotopocientas mil veces), aunque para el rito de Cueshtienti sólo hace falta un decilitro de sangre de ratón... Todos sabemos lo difíciles que es encontrar vírgenes hoy día :P

11.1.09

Para borrachos

Mi prima María me invitó a unirme a Tuenti y, aunque no le veo mucha más utilidad que a Twitter, me sirve para dejarle mensajillos a mis primos de vez en cuando. De hecho, allí encontré que mi prima Irene tiene entre sus citas favoritas una de Frank Sinatra que me ha hecho mucha gracia: "I feel sorry for people who don't drink. When they wake up in the morning, that's as good as they're going to feel all day" Buscando quién era el autor de semejante juicio, di con una página llena de citas sobre el alcohol, que está repleta de perlas como "Sometimes when I reflect back on all the beer I drink I feel ashamed. Then I look into the glass and think about the workers in the brewery and all of their hopes and dreams. If I didn't drink this beer, they might be out of work and their dreams would be shattered. Then I say to myself, it is better that I drink this beer and let their dreams come true than be selfish and worry about my liver." (Lo de Jack Handey es altruismo y lo demás son tonterías) o "A man who was fond of wine was offered some grapes at dessert after dinner. "Much obliged," said he, pushing the plate aside, "I am not accustomed to take my wine in pills."", de Jean Anthelme Brillat-Savarin. Que estas frases sean divertidas no quita que mi prima sea una alcohólica de cuidado :P

Muy emo

Hace siglos que no escribo por esa especie de principio de Heisenberg paralelo que me persigue: cuando tengo tiempo, no tengo ganas, y cuando tengo algo que contar, no encuentro la ocasión. Sin embargo, desde que leí Negative Happy Chainsaw Edge tenía pendiente el comentar algo sobre ella porque, si se piensa fríamente, es la serie más emo que uno puede echarse a la cara, no tiene trascedencia ninguna y sus significados son más que evidentes desde la primera viñeta pero ¡me encantó!

Hace ya bastante tiempo que vi el anime de NHK ni youkoso! y compré el manga: ambos tienen poco que ver, pero ambos me encantaron, así que me puse a buscar más trabajos de los autores. Del dibujante encontré (y compré) Goth, pero del guionista sólo encontré la raw del primer tomo de Negative Happy Chainsaw Edge y lo dejé correr... Tiempo después, encontraría la traducción al inglés de esta serie en SCX-scanlations (también hay versión en castellano), me enteraría de que el manga está basado en una novela de Tatsuhiko Takimoto (cuya web está en japonés, pero ahí queda el enlace para cotillas) y de que se realizó una adaptación cinematográfica y me entró la fiebre por esta serie: ¡me fascinó!

Supongo que si a alguien le gustó NHK ni youkoso! tendría que gustarle Negative Happy Chainsaw Edge: no en vano fue la primera novela del autor, previa a NHK, y el protagonista también es un joven sin objetivos, acompañada por una chica un poco dictatorial que lo utiliza con sus propios fines. Incluso el dibujo, aunque sea de mangakas diferentes, se da cierto aire. Si en NHK todos eran jóvenes adultos, en este caso el protagonista, Yamamoto, es un adolescente de diecisiete años que no encuentra aliciente en los estudios, carece de ideales y proyectos y no hace más que preguntarse por qué uno de sus mejores amigos, Noto, murió en un accidente de moto que más pareció un suicidio. Yamamoto ve que otro de sus amigos, Watanabe, se vuelca en la música pero él... ¿Qué tiene él? Por eso, cuando una fría noche de invierno se encuentra con Eri, una chica que batalla contra un hombre armado con una motosierra, decide que ya ha encontrado una cruzada en la que embarcarse y que ayudar a Eri será lo que dé sentido a su vida.

Qué es y de dónde sale el hombre de la motosierra no es ningún misterio (sobre todo si se observa cómo varía su fuerza en función del estado de ánimo de Eri) y, si he de ser objetiva, quizá sea un símbolo de lo más cutre y risible, un recurso demasiado fácil. Es más, en estos dos tomos no se hace más que darle vueltas a lo mismo, al sentido de la vida, a la huida del dolor, a lo fugaz de la felicidad, a la insustancialidad. Eri no tiene más motivo para vivir que vencer al hombre de la motosierra para que no pueda matar a nadie; Yamamoto sólo quiere ayudar a Eri. Cada uno se agarra a lo que puede para sentir que aún hay algo por lo que merece la pena levantarse por las mañanas y a mí debió pillarme en horas bajas, porque os aseguro que la serie no tiene más contenido que ése y, sin embargo, me emocionó e interesó lo bastante como para querer saber cómo ambos protagonistas resolverían esa dependencia. Al fin y al cabo, sólo son ocho capítulos y creo que la historia no da de sí más que para llenar estos dos tomos.

Cuando empecé a escribir, me planteaba hacerlo largo y tendido, pero lo cierto es que la historia no da para más. El resto sólo fue la forma en que pude proyectar mis propias frustraciones sobre los protagonistas e identificarme con ellos (y eso que a mí los diecisiete me quedan muy lejos). Tras tanto darle vueltas a la imposibilidad de huir de la tragedia, a la finitud de todo sentimiento y a la fragilidad de la tragedia, un final feliz sería un poco absurdo, así que en esta ocasión lo visten de Carpe Diem: vale, esta felicidad puede ser efímera, pero ya que la tenemos ¿por qué no disfrutarla? Es la elección que hacen Eri y Yamamoto y, dado que terminé por encariñarme con los personajes, preferí esta opción a una tragedia. Para tragedia, ya está la incógnita de Noto, ese inconformismo que ni siquiera encuentra una forma de expresarse (la escena de la pelea con los pandilleros sobrecoge un poco).

Por cierto, que el manga tiene un puntillo original en la ya mencionada escena de la pelea en el parque: si veis el trailer de la película, los contendientes son estudiantes normales, pero en el manga los dos jefes de la banda están caracterizados como Leónidas y Jerjes, con la misma indumentaria con que aparecen en la película 300. Como ya dije, el dibujo no difiere tanto del de NHK, aunque haya escenas en las que los personajes gesticulan y sus rasgos aparecen tan desfigurados y exagerados que dan un poquito de grima y Eri no haga más que enseñar las bragas. Eso sí, Eri es tan exageradamente delgada que la actriz de la película, en comparación, me pareció demasiado ancha y que llevaba la falda demasiado larga, porque interpresta el papel de alguien que además de combatir al hombre de la motosierra en viñetas bastante espectaculares (hay una escena de Eri con dos cuchillos de caza que me gusta muchísimo) enseña las bragas en todas sus apariciones.

No he encontrado subtítulos en castellano ni en inglés para la película, ni una traducción de la novela en un idioma que yo pueda entender (que son justamente castellano e inglés :P), pero seguiré buscando. Y, sobre todo, aunque quizá no haga más que darme más de lo mismo y fustigarme con mis propias inclinaciones emo, seguiré buscando obras Tatsuhiko Takimoto.