24.3.08

Más proyectos de BC en Sevilla

Esta entrada viene a ser la segunda parte de ésta otra, así que dudo mucho que interese a alguien que no sea amigo mío o quiera enterarse de las movidas de BookCrossing en Sevilla... No obstante, creo que la gente de Hacklab Hackarena está acometiendo un proyecto bastante ambicioso, pero también muy bonito, así que no está de más darle la mayor difusión posible aunque yo no me entere de la misa la mitad. Pero mejor empezar desde el principio.

Ya conté que nos habían propuesto ayudar e informar en la Zona de Cruce Oficial que iban a montar en el Mercadillo Cultural del Pumarejo. Acepté, fui... Y me encontré con que además de los que siempre están allí con las litronas (honestamente, de esa plaza yo conocía sólo su mala fama) estaban varios puestecillos con libros de segunda mano, los chicos del Hacklab con sus folletos, sus DVD y sus revistas de informática y ¡un furgón de la Policía Local! Allá que me acerco al tenderete del Hacklab, miro qué libros tienen en el expositor que han habilitado como Zona de Cruce, les paso un pendrive con archivos relativos a BookCrossing (etiquetas, folletos, la historia de la web, etc), me siento ¡y nos desalojan! La versión de los que allí estuvieron se puede leer aquí (me sorprendió leer que Zifra se hacía eco de la noticia, también, porque no sabía que él anduviera metido en estos temas), pero la mía es mucho más light, ya que yo no me indigné en absoluto. En primer lugar, cuando yo llegué los policías estaban en una esquinita sin hacer ruido; al poco, pidieron los DNI a algunos; y lo siguiente que supe fue que nos desalojaban, con lo cual ayudé a desmontar el chiringuito y quedamos en vernos al sábado siguiente, todo con una tranquilidad pasmosa. Aunque siempre sorprende que te desalojen de la calle (generalmente a una la echan a la calle pero ¡yo ya estaba en fuera de cualquier sitio!), todo el rollo de los okupas me hacía pensar que un desalojo es algo violento y desagradable, pero todo se desarrolló con tanta tranquilidad que mi primera experiencia con la policía se quedó en mera anécdota: "Mamá, ¡nos han desalojado! Como almuerzo con unas amigas, me voy directa para el trabajo, no me esperes".

Por lo visto, aunque el mercadillo lleva establecido muchos años y tienen permiso del distrito y de no sé quién más, los policías solicitaban otro tipo de permiso diferente que la gente del Pumarejo se agenció a lo largo de la semana, de modo que al segundo sábado ya pudimos tomar posesión de la plaza con tranquilidad. Durante ese segundo sábado los transeúntes se llevaron libros, le vendí el rollo becero a todo el que quiso escucharlo, conocí gente y pasé una mañana de lo más agradable, con lo cual animo a aquellos usuarios que quieran cotillear qué novelas hay disponibles a que se pasen un rato por allí aquellas mañanas de sábado que no tengan nada que hacer. Es más, el tercer sábado se acercó una mujer no a llevarse libros, sino a darnos aquellos que le estorbaban por casa, luego creo que esta colaboración es beneficiosa para BookCrossing en todos los aspectos posibles: cuando no es algún usuario nuevo, son libros para liberar, de modo que, en lo que a mí respecta, intentaré acudir todos los sábados que pueda.

El cuarto sábado era Sábado Santo, así que me fui para allá con los dos únicos chavales del Hackarena que acudieron para encontrarme con que ¡éramos los únicos asistentes! De modo que me propusieron irme con ellos a la nueva sede que tienen, en el Centro Social San Bernardo. Yo no tengo ni puñetera idea de ordenadores, ni de electricidad, ni de nada, pero como ya me habían comentado que quieren habilitar una estantería con libros de BookCrossing en su nueva sede, pensé que podría ir a cotillear (que no a ayudar, porque yo no sé montar un servidor, ni derivar cables, ni tenía ganas de ponerle a limpiarles el local). Cuál no sería mi sorpresa cuando me encontré en una casa ocupada (argh, que yo soy burguesa en lo que al tema de la ocupación respecta), comida de mierda y atiborrada de trastos y pensando "¿Y yo qué hago aquí?".

No obstante, a base de escuchar a Javier, ha terminado por convencerme de que ese proyecto es bastante idealista, pero es bonito: en esa casa van a tener su sede muy diversas asociaciones que quieren desarrollar allí sus actividades, hasta el punto que ya han empezado diversos cursos y talleres. No sólo nos hacen un huequecito a los usuarios de BookCrossing para coger y dejar libros, sino que Javier pretende ponerse en contacto con asociaciones de otakus y roleros para organizar proyecciones, charlas y cualquier actividad que pueda resultar interesante. En definitiva, ofrecen un sitio para todos aquellos que quieran compartir lo que saben y lo que tienen con los que puedan estar interesados.

Yo no pertenezco a ninguna asociación ni sé hacer nada en particular, así que el único granito de arena que puedo poner es darle publicidad a esta iniciativa, por si alguien se apunta...

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